En una actuación formidable, que elevó notablemente su concepto, la zaina Jumbalaya relegó con claridad a los machos en el Gran Premio Copa de Oro-G1 (2400 mts., $ 310.000), logrando así su pase automático al GP Carlos Pellegrini-G1 del sábado 17 de diciembre.
La pupila de “Pelé” Alves, presentada por Humberto L. Páez, accionó lejos de la vanguardia, mientras el favorito Ibeman marcaba el camino seguido de abajo por Uomo in Frac, luego por Sin Respeto (CHI), en sostenidas fracciones de 23.40, 47.29, 1:11.41 y 1:35.13. Vitaminado y Veni Veni (USA) alternaban las otras colocaciones de privilegio.
El ejemplar trasandino fue encimando al líder en la salida de la curva, y a poco de andar el derecho, emparejó y quebró con facilidad. Allí, tras acercarse por dentro en el codo y pisar 5ª la recta, Jumbalaya encontró el hueco por la franja interna, atacó por los 400 (1:58.31) y a partir de los 300 comenzó a ejercer un incuestionable dominio, abriendo márgenes irreversibles para las aspiraciones de los embestidores.
De refresco, y al cabo de 2:23.85 para el pasto normal, El Seriote secundó a 2 cuerpos a Jumbalaya, relegando por 1½, ½ y ¾ a Blues for Me, al correcto desempeño de Veni Veni (USA) –el sobreviviente de quienes marcharon en el fuego- y a Lake’s Wood.
Altair Domingos guió en celebrada faena a la hija de Pure Prize (USA) y Just the Shame (BRZ), por Gem Master (USA) en la recordada Vale Más, y reservada del Haras La Providencia. Cabaña que encuentra en esta ascendente cuatroañera a una digna sucesora de la pinga Ollagua. Para el piloto, “double-event”, pues en 2010 conducía al triunfo a Fuego e Hierro.
Con 6 victorias en 15 confrontaciones, y $ 760.750 en recompensas, Jumbalaya (516 kilos) se convierte en la cuarta yegua vencedora en el historial de este test para los fondistas adultos, igualando las hazañas de Brilliantly (Major Gundry), heroína de 1988; de Penita (Pepenador) en la temporada 1989; y de La Soberbia (Octante), que se lo agendara en 1996 con los colores del stud “Los Patrios”.
Pero además pagó una deuda con sí misma, porque la barrera de su campaña estaba en los dos kilómetros, había decrecido con un 5º en el Juan Shaw-G2 (2200) y con un 3º en el Partícula-G2 (2200); y sus halagos previos se concretaban en la milla, 1800, y otros tres en diez furlongs. Ahora, madura, desplegó el aliento latente en su genética, doblegando al sexo opuesto en un metraje donde la desventaja de las féminas no admite discusiones al leer los libros.
(Por Pablo.F.Gallo)
